Hacia un mundo sin lagos?

Hacia un mundo sin lagos?

Fecha de Publicación: 10/12/2009
Fuente: Prensa Latina
País/Región: Internacional


Desde hace décadas los científicos analizan el impacto negativo del cambio climático sobre el nivel de los mares, los glaciales y ecosistemas en general, y quizás muchas ideas estén claras acerca de las consecuencias para el entorno de ese fenómeno ambiental.
Sin embargo, buena parte de ellos tal vez no esperaba la velocidad con que los procesos asociados a su impacto acontecen, en especial la rápida disminución de la superficie de los lagos.
El panorama actual de los sistemas lacustres preocupa a expertos, gobiernos y habitantes de zonas aledañas a esas fuentes, a tal punto que el tema devino centro de debate en al menos cuatro reuniones internacionales celebradas en puntos distantes, entre octubre y noviembre de 2009.
Mientras en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, China, se efectuaba la XIII Conferencia Mundial de Lagos, con delegados de unos 45 países, en Coyhaique, Chile, tenía lugar el VI Congreso de Limnología. Por su parte, Huesca, España, acogía a expertos de 12 naciones en otro evento sobre esta ciencia y las aves acuáticas.
Más de 600 expertos de todo el mundo se reunieron también en Ciudad del Cabo (Suráfrica), durante la II Conferencia Científica Abierta de DIVERSITAS (Programa para la biodiversidad), donde los participantes expresaron preocupación por la mala administración masiva y las crecientes necesidades humanas del líquido vital, que provocan el colapso de los ecosistemas de agua dulce.
Las fuentes de ese recurso se secan, a corto o largo plazo, ese fue el mensaje común de los asistentes a esas citas. Las cifras son alarmantes y el problema es mundial. Nuevas propuestas, ideas y planes surgen para paliar el asunto.
En la reunión de China, por ejemplo, la vicepresidenta del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, Chen Zhili, llamó a redoblar los esfuerzos para eliminar los métodos de producción dañinos a los lagos, al tiempo que instó a la aplicación urgente del concepto de desarrollo científico en las industrias aledañas a estos ecosistemas.
Tal método consiste en regular los niveles o el tipo de producción según la capacidad de regeneración de esos cuerpos hídricos. Se necesitan leyes y reglamentos especiales orientados a protegerlos, así como medidas administrativas y judiciales urgentes para la gestión y supervisión de los residuos que los afectan, recalcó.
Chen ejemplificó la afectación de estos sistemas naturales con su país, al recordar que en China el 90 por ciento de ellos están contaminados y alrededor de 20 desaparecen cada año.
Detalló que en la provincia de Hubei, antes conocida como la de los mil lagos, la superficie cubierta por esas reservas disminuyó desde los años 50, hasta dos mil 438 kilómetros cuadrados en la actualidad.
Por su parte, Wang Hao, miembro de la Academia de Ingeniería de China, indicó que la restauración de los lagos sólo es posible con un mecanismo de tratamiento integrado que incluya el control de la contaminación terrestre (por residuos de actividades humanas) y acuática (la de los sistemas de drenaje).
Se trata de un método que involucre estándares superiores a los actuales en cuanto a la descarga de desechos, campañas educativas y sanciones económicas y administrativas más severas.
Wang instó a un control sistemático de la polución sobre la base de la situación existente en la cuenca de cada uno de esos cuerpos hídricos, a tener en cuenta los factores del cambio climático adversos a la zona, las emergencias contaminantes y el crecimiento demográfico.
En tan solo un mes, el segundo mayor lago chino de agua dulce, Dongting, redujo su dimensión en un 60 por ciento debido a la persistente sequía desde agosto de este año, indicó Liu Jinghui, experto del Centro Regional de Clima de Wuhan.
Esta es la peor contracción en igual tiempo que se recuerde haya sufrido en un siglo. A mediados de octubre presentaba una superficie promedio de 538 kilómetros cuadrados, de mil 339 registrado el mes anterior, acotó.
Desde agosto, dijo, las precipitaciones promedio se redujeron en un 50 por ciento en algunas zonas, y en otras hasta el 90.
La reunión aprobó la declaración de Wuhan, la cual pide a todos los países que desarrollen una visión común para facilitar el equilibrio, la regeneración y vitalidad de los lagos y sus cuencas.
Por su parte, los expertos en Huerta reclamaron más espacio para la vida de la gran diversidad de aves que tienen como hábitat los ecosistemas acuáticos.
La investigadora del Centro EULA de la Universidad de Concepción, Evelyn Habit, destacó en Chile las características que hacen única a la región de Aysén, en tanto otros especialistas expusieron los peligros para los entornos dulceacuícolas de la Patagonia.
Durante la conferencia de Suráfrica, los científicos advirtieron que las especies de agua dulce son las más amenazadas, al presentar una tasa de extinción de cuatro a seis veces mayor que la de sus homólogos terrestres y marinos.
Cada vez más, las pruebas científicas evidencian que estamos al borde de una gran crisis en la biodiversidad en esos medios. Sin embargo, pocos están conscientes del catastrófico descenso en ese sentido, tanto a nivel local como mundial, señaló el investigador alemán Klement Tockner.
Son muchos los factores que afectan la calidad y cantidad de esos recursos, así como la vida de los organismos que albergan. Su capacidad para responder a las necesidades humanas también se hace crítica.
A corto plazo, la extracción excesiva para el riego, la contaminación por la industria, la agricultura y los sistemas de saneamiento, las especies invasoras (introducidas de forma natural o intencional) que desplazan a las nativas y el calentamiento global, son, entre otras causas, lo que acaba con los lagos del mundo.
Aunque el acelerado deshielo de los glaciales pareciera servir de alivio, los sedimentos ocasionados por la polución reducen su capacidad de regeneración y las grietas provocadas por la falta de lluvia y el calor en esas capas nevadas hacen que las reservas de agua cercanas se sequen a velocidades incalculables y ocasionen inundaciones.
Más del 90 por ciento del agua dulce superficial en estado líquido de nuestro planeta se encuentra en los lagos. Entonces, si estos se agotan, ¿pudiéramos pensar en un mundo sin agua para beber, hacer crecer la diversidad animal o vegetal que nos alimenta o nutrir las hidroeléctricas proveedoras de energía. Nos adaptaríamos o moriríamos?

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