COP 16 - Cumbre de Cancún - Octavo Día




COP 16: Entre el perro y las pulgas

Fecha de Publicación: 06/12/2010
Fuente: IPS/TerraViva
País/Región: Internacional


Lo que para algunos es un avance modesto pero firme en la negociación sobre cambio climático, que ingresa en su segunda semana en esta sudoriental ciudad mexicana, para otros no es más que humo o "falsas soluciones".
La secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático anunció el fin de semana tres "avances". El primero es un preacuerdo para incluir la captura y el almacenamiento del carbono entre las opciones financiables por el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kyoto, "siempre y cuando cumplan con una serie de estrictas evaluaciones sobre riesgo y seguridad".
Se trata de extraer el dióxido de carbono (CO2) que recalienta la atmósfera y depositarlo en "sumideros", que pueden ser los océanos, los bosques o el subsuelo.
Más allá de cultivar bosques o de conservarlos, hay varias tecnologías para bombear CO2 atmosférico al subsuelo o al lecho marino, hasta ahora poco probadas e inclusive riesgosas.
El MDL del Protocolo de Kyoto permite a los países ricos compensar en parte sus emisiones de gases invernadero invirtiendo en proyectos limpios en naciones en desarrollo.
La captura de carbono "es lo que llamamos falsas soluciones", dijo a TerraViva el ambientalista chileno Eduardo Giesen, co-coordinador latinoamericano de GAIA (siglas en inglés de la Alianza Global Contra los Incineradores) e integrante de la Alianza por la Justicia Climática de Chile.
Así "no se resuelve el problema. En vez de reducir el dióxido de carbono que se arroja a la atmósfera se busca enterrarlo, postergando la solución", añadió. Además, estas técnicas tienen "un alto grado de incertidumbre tecnológica".
El acuerdo en este punto será entregado esta semana a los ministros de los países partes de la Convención que llegan para asumir las discusiones de alto nivel de la 16 conferencia de las partes de la Convención (COP 16), que debe concluir el viernes 10 en Cancún.
Falta muy poco para 2012, cuando expira el primer plazo del Protocolo de Kyoto para efectuar reducciones obligatorias de gases de efecto invernadero. Esas metas no se lograron y la humanidad no tiene a la vista ninguna herramienta clara para afrontar un problema global que, según los científicos, podría tener proporción de cataclismo.
Pero las conversaciones, al menos las que se hacen públicas, siguen absortas en los detalles.
Otro punto acordado en Cancún fue la extensión a cinco años del mandato del Grupo Experto para los países menos adelantados, que asesora a ese conjunto de naciones para que preparen y apliquen estrategias que les permitan soportar los embates del cambio climático. Ya hay 45 que presentaron sus planes y 38 empezaron a aplicarlos.
Según la secretaría de la Convención, el proceso enriqueció las "capacidades y concientización en los países, desde el nivel político hasta el comunitario".
Para Giesen, los grupos de apoyo de la Convención promueven "soluciones de carácter corporativo". En general los que se han implementado para la adaptación de países en desarrollo ofrecen soluciones a escala industrial, que favorecen a las grandes empresas, indicó.
En cambio, los "movimientos del mundo no desarrollado reclaman que la ayuda se dirija a comunidades locales, para mejorar la resiliencia de las poblaciones más vulnerables", dijo.
Uno de esos reclamos se expresó en la marcha organizada el domingo por las organizaciones no gubernamentales La Vía Campesina, Amigos de la Tierra Internacional y Grassroots Global Justice Alliance.
Como las ambiciones sobre Cancún son escasas, para Giesen un final aceptable sería la aceptación de un "fondo global" para la lucha contra el cambio climático "sin el componente de mercado de carbono" y con su implementación pendiente para una nueva COP. También sería positivo mantener abierta la negociación para alcanzar más compromisos en el marco del Protocolo de Kyoto, sostuvo.
El tercer logro reportado por la Organización de las Naciones Unidas fue la decisión de reforzar la educación, la capacitación y la concientización sobre cambio climático con más recursos, "así como comprometer con mayor fuerza a la sociedad civil en la toma de decisiones nacional y en el proceso de cambio climático", según el comunicado.
Ampliar la educación y la participación "está bien, pero debería reenfocarse a soluciones que lleguen más a nivel de base", dijo Giesen.
"La participación ciudadana siempre estuvo en el discurso de la Convención", pero en todas las instancias, tanto nacionales como internacionales, es "bastante vaga, pobre y no vinculante", agregó. Me parecería "fantástico" que hubiera voluntad de ampliarla.
Los parlamentarios, por ejemplo, no tienen un estatuto de participación en la COP. Aunque la secretaría de la Convención habilitó una acreditación específica, el tema sigue pendiente porque no todos los gobiernos dieron luz verde.
Los miembros del parlamento sólo pueden acceder a Cancún si son acreditados en las delegaciones gubernamentales o como "organizaciones no gubernamentales". Pero "nosotros no somos ONG", protestó el parlamentario británico Barry Gardiner, vicepresidente de Globe (Global Legislators Organisation for a Balanced Environment).
Globe, que reúne a legisladores de las 16 mayores economías del mundo, celebró un foro el sábado 4 y el domingo 5 en Ciudad de México para avanzar en una agenda destinada a resolver los problemas del cambio climático en el plano nacional, mediante leyes y control a los poderes ejecutivos.
Las propuestas de Globe serán presentadas este martes al presidente de México, Felipe Calderón.
Mientras en Cancún la presidenta de la COP 16, la canciller mexicana Patricia Espinosa, estimaba que los preacuerdos logrados "demuestran claramente que los países vinieron de buena fe" a negociar, para Gardiner el recuento de logros equivale a "casi nada".
"En vez de agarrar al perro, nos lanzamos sobre la pulga", dijo a TerraViva.

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Reflexiones bajo el sol de Cancún

Fecha de Publicación: 06/12/2010
Fuente: BBC
País/Región: Internacional


Hay pocas expectativas de que se alcancen progresos significativos en la Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de Cancún.
Este es el primer gran encuentro sobre cambio climático que se realiza desde la conferencia de Copenhague en 2009, pero en esta oportunidad el tema no ha acaparado tanto interés como entonces.
Además, en algunos países ha disminuido la confianza del público respecto de los informes científicos.
James Painter, analista de la BBC, estuvo presente en Conpenhague hace un año.
Ahora, desde Cancún, comparte con los lectores de BBC Mundo sus observaciones de lo que ocurre en esta nueva la Cumbre de la ONU.
Los periodistas podemos ser un grupo difícil de complacer. Podrán recordar que, hace un año, a muchos nos tocó aguantar temperaturas bajo cero parados durante varias horas afuera del centro de conferencias en Copenhague.
Algunos se quejan ahora de que tuvieron que esperar en cola durante horas bajo el ardiente sol de Cancún. De los témpanos a los trópicos en doce meses.
El problema es que muchos hoteles se encuentran a distancias considerables del principal centro de negociaciones (el hotel Moon Palace). Así que, primero, uno debe tomar un autobús hasta el Cancúnmesse para registrarse.
Después tiene que abordar otro autobús hasta el centro de prensa, que queda a unos 20 minutos. Seguido de otro trayecto corto, también en bus, hasta el Moon Palace.
Esto se debe, en parte, a que los anfitriones mexicanos están decididos a mantener cualquier manifestación bien lejos del recinto de negociaciones. No quieren ver una repetición de las protestas que se tornaron desagradables durante las conversaciones de libre mercado en Cancún, en 2003.
Aunque molesto, es apenas un pequeño inconveniente. Personalmente, me encanta el panorama de playas blancas, cielo bañado en sol y mar azul.
Parece que no soy el único. Los brasileños conocen muy bien lo que Cancún tiene que ofrecer.
La delegación oficial de ese país es de casi 600. Casi tres veces más numerosa que la delegación que le sigue en tamaño (Sudáfrica) y cuatro veces la de México.
El gobierno mexicano está impulsando el mensaje "Cancún can" (Cancún puede), mientras los cínicos ya responden "Cancún can't" (Cancún no puede)
Entiendo que Brasil es una potencia emergente, pero me pregunto qué están haciendo todos ellos aquí.
Siento más simpatía por los delegados de los países pobres en desarrollo que tienen que tienen que irse con las opciones más baratas del mercado hotelero.
De acuerdo al diario británico Daily Mail, el ministro para el Cambio Climático de ese país, Chris Huhne, se está quedando en un balneario de lujo con jacuzzi privado a US$350 la noche.
Sin embargo, muchos delegados africanos tienen que quedarse en el Cancún de estrato bajo. En consecuencia, dicen, quedan en desventaja durante las negociaciones pues están más cansados por todo el tiempo que gastan viajando hasta el recinto principal.
Lo cierto es que hay un ambiente más relajado aquí en Cancún. Tal vez por que hay menos personas de terno y corbata. El presidente Calderón impuso el estilo luciendo su guayabera mexicana el día inaugural.
A decir verdad, los casi 190 países no van a llegar a un nuevo y amplio acuerdo aquí. No obstante, pueda ser que coincidan en asuntos como el intercambio de tecnología, un fondo "verde" o medidas para frenar la deforestación.

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La cumbre de Cancún avanza con dificultad y dudas sobre su resultado

Fecha de Publicación: 06/12/2010
Fuente: EFE
País/Región: Internacional


La Cumbre sobre Cambio Climático de Cancún avanza con dificultades tras más de una semana de negociaciones y se necesita una mayor implicación política de los países para cerrarla con un acuerdo, coincidieron hoy diplomáticos y ONGs.
Los ministros de Medio Ambiente de los 194 países que asisten a la conferencia en esta ciudad mexicana se han puesto desde hoy al frente de sus respectivas delegaciones, de cara al inicio el martes del tramo de alto nivel de la reunión, que se inauguró el pasado 29 de noviembre y concluirá el próximo 10 de diciembre.
La comisaria europea de Acción contra el Clima, Connie Hedegaard, pidió a los ministros que aprovechen los próximos días para superar las diferencias entre países desarrollados y en desarrollo que lastran el avance de las negociaciones.
"El acuerdo está dentro del alcance en la negociación, pero hace falta acelerar el paso", explicó en una conferencia de prensa Hedegaard.
Las negociaciones a nivel ministerial partirán de los dos documentos de trabajo preliminares que la ONU divulgó el pasado fin de semana, y en los que se delimita el marco de las discusiones de los próximos cinco días.
El primero de los textos aborda posibles recortes de emisiones a largo plazo, así como la lucha contra la deforestación, la transferencia de tecnología y las ayudas financieras a los países en desarrollo para adaptarse y mitigar el cambio climático.
Los países desarrollados aceptan aportar 30.000 millones de dólares antes de 2013 y 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020, pero a cambio exigen mecanismos de control estrictos con que no satisfacen a los receptores de la ayuda.
El segundo documento trata de las propuestas para acordar un segundo período de compromiso del Protocolo de Kioto, que expira en 2012, y sobre el que no hay consenso después de que Japón reiterara su negativa a ampliarlo.
Tokio consideran injusto que algunos países industriales acepten metas de reducciones vinculantes que afectan a su competitividad, mientras que los grandes contaminadores como EE.UU, y China se limitan a establecer recortes voluntarios.
Pese a las dificultades que atraviesan las negociaciones, algunos observadores se muestran cautelosamente optimistas sobre la posibilidad de que el encuentro concluya con acuerdos significativos en ciertas áreas.
El portavoz de Oxfam, Tim Gore, aseguró que la atmósfera en esta cumbre es más "positiva" respecto a la que se respiraba en la conferencia de Copenhague de 2009, que terminó en un fiasco.
"Lo que queda claro es que nos encontramos en una posición mejor a la de hace un año", afirmó en una conferencia de prensa Gore, para quien en Cancún se pueden sentar las bases para lograr un acuerdo global en la cumbre de Durbán (Sudáfrica) de 2012.
El activista aseguró que las negociaciones que se han llevado a cabo hasta ahora han servido para establecer las posturas más extremas, y los países deberían avanzar hacia "una posición media" que permita el compromiso en los próximos días.
Tara Rao, del Fondo Mundial de la Naturaleza, consideró que las delegaciones han demostrado deseo de alcanzar un acuerdo, pese a que las diferencias siguen siendo amplias en asuntos como las reducciones de emisiones, el Protocolo de Kioto o la ayuda financiera a los países en desarrollo.
"Ahora les toca a los ministros demostrar voluntad política", agregó.
El jefe de la delegación de Bolivia y embajador ante la ONU, Pablo Solón, se mostró menos optimista acerca del curso de las negociaciones, en particular por la ausencia de compromisos acerca de metas de reducción de emisiones vinculantes.
"Es extremadamente preocupante, porque es el corazón de las negociaciones", resaltó el diplomático boliviano, para el que la cumbre no podrá avanzar si no se resuelve este "tema central".
La posición boliviana y del G77, formado por las naciones en vías de desarrollo, exige que los países industrializados recorten sus emisiones contaminantes en una horquilla que va del 40 al 50 por ciento.
El documento de la ONU propone un compromiso entre las posiciones de los países en desarrollo y los ricos, en que, sin especificar recortes, se compromete a mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados.


Brasil alerta que la posición de Japón pone en peligro la cumbre de Cancún

Brasil advirtió hoy que la negativa de Japón de sumarse a un segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto pone en peligro el éxito de la Cumbre del Cambio Climático de Cancún.
"Japón tiene una posición firme y es algo que puede tener un impacto negativo sobre todo el paquete", afirmó en una conferencia de prensa el número tres de la delegación de negociadores brasileña, el embajador Sergio Serra.
Brasil y Reino Unido recibieron el pasado domingo el encargo de la presidencia mexicana de la cumbre de tratar de desbloquear las negociaciones para renovar el Protocolo de Kioto, que vence en 2012.
Serra dijo que brasileños y británicos se han reunido con los representantes japoneses para tratar de encontrar una fórmula que permita sortear uno de los principales escollos en las negociaciones que se llevan a cabo en esta ciudad mexicana desde el 29 de noviembre y que se alargarán hasta el 10 de diciembre.
Si Tokio no flexibiliza su actual postura, se tratará de evitar que la negativa japonesa "sea un obstáculo para el resultado" de la conferencia, indicó.
De todos modos, prosiguió el negociador brasileño, en Cancún se trata de sellar el acuerdo para abrir un segundo período de compromisos, pero las cifras exactas sobre las nuevas reducciones de emisiones bajo Kioto se decidiría más adelante.
Brasil apoya un segundo período de Kioto en el que se establezcan metas de reducción de emisiones de entre el 25% y 40%, frente a los niveles de emisión de 1990, como recomienda el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por su sigla en inglés).
La renovación de Kioto es uno de los puntos "innegociables" que han puesto hoy sobre la mesa Brasil, India, China y Sudáfrica, los cuatro países emergentes del bloque conocido como BASIC, para lograr un resultado exitosos en Cancún.

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El Protocolo de Kioto, manzana de la discordia en la conferencia de Cancún

Fecha de Publicación: 06/12/2010
Fuente: Yahoo Noticias
País/Región: Internacional


El Protocolo de Kioto se ha convertido en la manzana de la discordia de la conferencia climática de Cancún, al enfrentar a varios países industrializados comprometidos con él con la visión de otros menos avanzados que exigen una segunda fase para dar luz verde a otros posibles acuerdos finales.
Japón, que abrió la caja de los truenos el primer día de trabajos al afirmar que no promovería una extensión del mismo, espera que haya un resultado "positivo para los países en desarrollo" en la conferencia climática, dijo a Efe Akira Yamada, vicedirector general de Asuntos Globales de la Cancillería.
Sin detalles de cómo conseguir ese pacto global la meta nipona parece muy lejana en Cancún, ya que implicaría que EE.UU. y China asumieran compromisos vinculantes con recortes de emisiones en línea con los 37 países que desde hace años los tienen por el Protocolo de Kioto.
Con todo y sus imperfecciones "no podemos cortar la rama en la que estamos sentados", dijo el director de Oxfam-México, Carlos Zarco, en alusión a la oposición de algunos países a una segunda fase del Protocolo.
"Hay una conciencia clara. Una segunda fase del protocolo es compleja pero es algo desde el punto de vista de Oxfam y del mundo que no se puede poner en duda", agregó.
Zarco sostiene que el tratado "tiene que actualizarse" en un contexto mundial en el que "hay mayor conciencia sobre la responsabilidad de las economías emergentes también en la reducción de emisiones".
Por su parte, Richard Weaver, representante de la ONG británica Tearsund, que forma parte de Climate Action Network (CAN), explicó a Efe que lo fundamental en Cancún será "mantener el proceso en marcha" sobre la posibilidad de una segunda fase a pesar de que muchos países en desarrollo "quieren compromisos aquí", en la XVI Conferencia de las Partes de la ONU sobre Cambio Climático (COP16).
Uno de los puntos que más se cuestiona en Cancún es la estrategia japonesa, inamovible desde el primer día y al parecer apoyada por Canadá y Rusia, según fuentes de la secretaría de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (CMNUCC).
En Cancún de nuevo el único tratado internacional y vinculante que existe para recortar emisiones está enfrentando a un grupo de países con Bolivia a la cabeza que lo consideran esencial para la supervivencia del planeta, con otros que se oponen a él por motivos económicos o políticos.
El embajador de Bolivia en la ONU, el enviado de ese país para cambio climático, pidió hoy en rueda de prensa que, además de hablar de la extensión del Protocolo, "se hable simultaneamente del proceso de discusión de un nuevo acuerdo" que lo reemplace.
"Hemos venido a negociar las cifras de reducción para un segundo período, no a negociar la continuidad del segundo período", agregó.
La semilla del Protocolo de Kioto se plantó en Villach (Austria) en 1985, donde se presentó una primera evaluación de la magnitud del cambio climático.
Siete años después 155 países suscribieron la CMNUCC en la Cumbre de la Tierra de Río. Hubo que esperar a 1997 para la aprobación del mismo en la ciudad japonesa que le dio nombre y a 2005 para su entrada en vigor, sin EE.UU., que nunca lo ratificó, y con las protestas de algunos que lo consideraban incompleto desde el punto de vista político y con fallos económicos.
Entre sus logros figuran la inclusión de recortes en las emisiones respecto a niveles de referencia de 1990, del seis por ciento para Japón, del siete por ciento para Estados Unidos y del ocho por ciento para la Unión Europea (UE), que está abierta a una segunda fase (Kioto-2) sólo si el tratado fuera mejorado.
Otro más son los mecanismos de desarrollo limpio que crearon un mercado para el comercio de gases causantes del efecto invernadero (GEI) valorado en 10.000 millones de dólares.
Actualmente el protocolo está considerado casi irrelevante en cuanto a impacto debido a que las emisiones han seguido subiendo.
La gran pregunta abierta en Cancún y probablemente pendiente para la COP17 de Durban (Sudáfrica) será saber qué podría sustituir al protocolo y cómo alcanzar ese acuerdo internacional en mitigación, global y vinculante, una labor que a día de hoy parece una quimera.

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