India: alertan sobre el peligro para humedales de Okhla

Aves de santuario indio en peligro por construcción indiscriminada

Fecha de Publicación
: 23/08/2013
Fuente: IPS
País/Región: India


Cada invierno, los humedales de Okhla, un refugio encantado en el corazón de la pujante capital de India, reciben a flamencos, patos cucharos y otros exóticos visitantes emplumados que llegan volando desde climas más fríos, tan lejanos como el de Siberia.
Estos migrantes se unen a cientos de aves acuáticas locales para reproducirse en el Santuario Aviar y Parque de la Naturaleza de Okhla, un pantano de cuatro kilómetros cuadrados sobre el río Jamuna.
El río se esfuerza por sobrevivir en medio de costosos proyectos inmobiliarios y otras construcciones en el estado de Delhi, sobre la ribera occidental de ese curso hídrico y en el estado de Uttar Pradesh al este.
Conservacionistas alertan que, a menos que se frene la actividad de la construcción a orillas del Jamuna y el vertido en sus aguas de residuos líquidos sin tratar, el espectáculo anual de colores y formas que ofrece el santuario pronto será nada más que un recuerdo entrañable.
Según Tarun Kumar Roy, coordinador del censo de aves acuáticas asiáticas de Wetlands International, hace una década había unos 10.000 pájaros en el santuario de Okhla. “Ahora esa cantidad se redujo a la mitad”, dijo a IPS.
Wetlands International, una organización sin fines de lucro con sede en Holanda, trabaja para conservar los humedales y sus recursos en bien de las personas y de la biodiversidad.
Roy, quien viene trabajando para que el santuario sea reconocido como sitio protegido bajo la Convención de Ramsar sobre los Humedales de Importancia Internacional, de 1971, dijo que la menguante cantidad de aves ha hecho añicos sus esperanzas al respecto.
Otros expertos creen que todavía es posible obtener el reconocimiento como sitio Ramsar, para que el santuario pueda beneficiarse del apoyo internacional a través del tratado, diseñado para frenar la invasión de pantanos de importancia ecológica, económica, cultural, científica y recreativa.
“El hecho de que buena cantidad de aves migratorias transcontinentales visiten el santuario de Okhla lo vuelve un candidato destacado para su designación como sitio Ramsar”, dijo Faizi S. Faizi, miembro del comité de expertos sobre biodiversidad y desarrollo en el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, en diálogo con IPS.
Faizi declaró que resulta útil que la organización BirdLife International haya certificado al santuario como Área de Importancia para las Aves por su riqueza ornitológica.
Gopal Krishna, coordinador de la organización ambientalista Toxics Watch, con sede en la capital, dijo que le corresponde al Ministerio de Ambiente y Bosques lograr que el santuario de Okhla sea nombrado sitio Ramsar.
“Si el Ministerio fracasó en este sentido es solo debido a la presión de los poderosos lobbies de la construcción y los bienes raíces”, dijo a IPS.
“Es difícil de creer que los funcionarios del Ministerio no estén al tanto de las invasiones en un santuario nacional ubicado a apenas cinco kilómetros de sus oficinas”, agregó Krishna.
“Por ejemplo, ¿cómo pudo un muy contaminante incinerador que convierte desechos en energía aparecer en el borde del parque sin autorización del Ministerio?”, planteó.
Krishna dijo que el futuro del santuario de Okhla dependerá en buena medida de una serie de demandas presentadas por ambientalistas y residentes del lugar ante el Tribunal Nacional Verde, que maneja casos polémicos relativos a asuntos ambientales.
“El más importante de estos casos se relaciona con el incinerador que funciona desde enero de 2012 dentro de la zona ecológicamente delicada del santuario de Okhla”, dijo Krishna.
“Una comisión judicial del tribunal estableció que las emisiones de la planta son 25 veces superiores al límite permitido”, añadió.
En julio, la escuela de ciencias ambientales de la Universidad Jawaharalal Nehru de Nueva Delhi divulgó los resultados de un estudio que concluyó que el aire de la zona de Okhla está severamente contaminado con plomo, níquel, cadmio y cobalto que solo pueden proceder del incinerador.
“Las elevadas chimeneas del incinerador de Okhla constituyen una seria amenaza para las aves migratorias, dado que emiten una serie de gases tóxicos en su ruta de vuelo”, dijo Roy.
El 14 de este mes, el Tribunal suspendió otra construcción no autorizada en una zona ecológicamente delicada de 10 kilómetros de ancho en torno al santuario de Okhla, y ordenó un nuevo relevamiento del área por parte de las autoridades centrales y provinciales a fin de protegerlo.
Faizi dijo que la orden del Tribunal tardó demasiado. El incinerador de Okhla “es absolutamente inaceptable en esta área crucial para las aves, y debe eliminarse sin más demora”, sostuvo.
Según Roy, aunque el total de aves visitantes se redujo, la variedad de especies de pájaros representados en el santuario de Okhla parece estar aumentando. Allí se registraron 330 especies, “aunque algunas ya no se ven más”.
Los emplumados visitantes del santuario que figuran en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza incluyen al porrón pardo (Aythya nyroca), a la aguja colinegra (Limosa limosa), la avefría fluvial (Vanellus duvaucelii), el buitre egipcio (Neophron percnopterus), el pato aguja oriental (Anhinga melanogaster), el tántalo indio (Mycteria leucocephala), el charrán vientre negro (Sterna acuticauda) y el ibis cabecinegro (Threskiornis melanocephalus).
Actualmente, el tribunal realiza audiencias por múltiples peticiones para que se intervenga contra los constructores y contra una “mafia de la minería de arena” que desafía la normativa existente que puede ayudar a proteger al santuario.
Tras descubrirse que la extracción ilegal de arena había hecho que el Jamuna cambiara su curso hacia el oriente, Durga Shakthi Nagpal, administradora del distrito de Gautam Budh Nagar, en Uttar Pradesh, donde se ubica la mayor parte del santuario de Okhla, puso en marcha una ofensiva que implicó confiscaciones y arrestos.
Pero el 28 de julio, tres meses después de lanzada la ofensiva, Nagpal fue controversialmente suspendida por sus superiores políticos, en lo que se vio ampliamente como un contragolpe de la industria de la construcción, que usa grandes cantidades de arena del río para fabricar cemento y hormigón.
Faizi dijo que solo un movimiento popular puede salvar al santuario, que actúa como un “pulmón verde” para la congestionada y contaminada Nueva Delhi, donde viven 20 millones de personas.
“Reconocer al santuario de Okhla como sitio Ramsar sería la mejor manera de generar inerés público en la protección de uno de los humedales verdaderamente únicos del mundo”, enfatizó.
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